jueves, 8 de noviembre de 2012


Ha pasado casi un mes desde que actualicé mi blog. Me siento preso de una urgencia por disculparme. ¿Pero con quién? ¿Y con qué fin? Si uno crea auténticamente solo para uno mismo, ¿por qué entonces me perturba tanto encontrar que mis únicos visitantes se han reducido prácticamente a nada, con un porcentaje de rebote cercano al noventa y nueve por ciento? Estos impulsos gemelos —la autoestima imprudente y la aprobación de los demás—se niegan nítidamente uno a otro. Esta es la paradoja esencial de nuestro tiempo.

domingo, 11 de marzo de 2012

Otro café por favor...





Una Noche En Paris. Pedí una taza caliente y esperé a que la trajeran. Hacía frío, luna llena y eran las ocho en punto. Otra noche en aquel lugar, meditando algo que jamás lograba despejar. En la radio pasaban a Nat King Cole con su sutil "Fascination" y mientras cantaba aquella canción que había escuchado de forma adictiva, miré desde mi sitio a la rebosante luna llena, que decoraba el cielo con su luminosidad. Vi entonces el cuadro de Frank Sinatra en la pared, sonriendo carismático ¡Sinatra! ¡Un hombre tan encantador! ¡Pero que traía tantos recuerdos! Llegó mi orden, casi me quemo cuando di el primer sorbo. Y la canción de Nat King Cole tuvo el mismo efecto en mí que las demás noches. Fascinación. Con eso comenzó una gran aventura. Inolvidable pero mortal. ¡Tan conmovedora! Fue algo tan fugaz y repentino que llegó sin siquiera pedir permiso, fue lo que me llevó a regresar con el corazón vacío, pero el tiempo cambió las cosas. Sí que lo hizo. Otro sorbo y unas nubes movedizas, taparon la luna por unos momentos. Interiormente, le rogué que no se ocultara. Pero esa fascinación se convirtió en amor. Tal como lo dice la canción. Y lo demás es historia. Anécdotas que no quiero recordar, pero a veces es inevitable. El camarero se acercó a preguntarme si me pasaba algo. ¿Era tan evidente que me estaba comenzando a decaer por aquellos recuerdos? Respondí que no. -Otro café por favor. En mi mente pensé que lo mejor sería vino para ahogar los recuerdos. Pero me negué. No es momento de embriagarse. Yo lo enfrento, a pesar del dolor. Si.




C.C.